Alfonso y Carolina querían algo especial para el cabecero de su cama, algo original y que no necesitase nada más, ya que no iban a poner cabecero en la cama. Les propuse utilizar varios tonos para pintar la pared haciendo juego con el edredón que tenían en la habitación. Les gustó la idea y me puse manos a la obra. Con las tonalidades malvas, morados y fucsias preparé un frontal con un dibujo simulando una flor de loto en las tonalidades previas.
El resultado, el que veis. Los clientes me confesaron haber dormido la primera noche con la cabeza en los pies observando la decoración de la pared. Quedaron encantados.
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